CASA DE MAR
COSTA ESMERALDA, BUENOS AIRES
Proyecto y Dirección: Arq. Luciano Kruk
Coordinación de Proyecto: Arq. Belén Ferrand
Colaboradora: Arq. Victoria Lappas
Fotos: Daniela Mac Adden
Texto: Arq. Ekaterina Kunzel
Superficie del terreno: 900 m²
Superficie construida: 210 m²
Año de construcción: 2022
En un entorno privilegiado, una pareja construyó su casa de fin de semana en primera linea frente al mar.
En el barrio de Costa Esmeralda, en un terreno sobre el médano, y con salida a la playa, la casa diseñada por Luciano Kruk se abre al cielo y al Océano Atlántico como un mirador que encuadra esas visuales lejanas.
Como es habitual en su obra, en este proyecto se destacan la síntesis y la contundencia de sus decisiones: construir una plataforma elevada en hormigón armado, donde se desarrolla una vivienda de estructura liviana. Una cubierta metálica de inclinación única se abre hacia el cielo, buscando las vistas lejanas que propone este terreno. Debajo de esa plataforma generada en hormigón, se alojan los usos secundarios. La vivienda principal se desarrolla sobre la plataforma y de cara al mar.
Negra por fuera y clara por dentro, la casa dialoga con el exterior y busca generar el menor impacto posible en el paisaje natural, presentándose como un artefacto metálico de color oscuro, que se posa sobre el terreno y su vegetacion. Por dentro se busca en cambio un ambiente suave que armonice con los colores de la arena y del médano. Por eso, se optó por revestir el interior de la casa íntegramente en madera natural de kiri.
El basamento de hormigón busca pasar inadvertido entre la sombra de las acacias y bajo la plataforma; con ese fín, se experimentó con una tintura para hormigón que oscurece el material pero permite apreciar la veta y la textura tan característica del mismo.
La planta principal de la casa se eleva unos noventa centímetros sobre el nivel de la calle, que es el punto más alto del terreno, y funciona como una vivienda independiente. La habitación principal, el estar comedor y la cocina se encuentran en este nivel, dejando pasar por abajo el nivel del terreno y alojando, al reparo de los vientos un espacio semicubierto y una planta baja más pequeña que aloja dos dormitorios para huéspedes y áreas de depósito y parrilla.
Una pileta lineal se proyecta en dirección al mar y a su vez, sirve de protección contra los vientos en el sector semicubierto de la planta baja. En la costa argentina, es crucial contar con un área al reparo de los vientos, para el uso y el disfrute del exterior, dado que los mismos son muy fuertes y constantes.
El acceso a la casa se genera por una rampa de hormigón de suave inclinación que nos conduce desde la calle hasta un área semicubierta de acceso, donde un tabique en diagonal
más bajo de la cubierta inclinada, conformando una fachada vidriada que busca una proporción horizontal que no irrumpa en el entorno. Para esta fachada vidriada se emplearon vidrios oscuros en busca de generar visuales hacia afuera, pero también con la idea de tener privacidad desde la calle.
Una escalera que conduce al nivel inferior de la casa divide la planta principal en dos sectores: a un lado el comedor en relación a la cocina, y al otro lado, la sala de estar que se abre hacia la terraza y hacia el lateral del terreno, buscando también las visuales lejanas hacia el médano y el mar que se aprecian desde allí.
En la planta inferior, el sector de la escalera se presenta como un hall de doble acceso, que nos permite salir hacia el frente y hacia el fondo del terreno, brindándole independencia a este sector de la vivienda y permitiendo un funcionamiento independiente de la planta principal.


































