Un homenaje al Río Paraná y las costumbres regionales de San Pedro.
Un amante de la pesca, la náutica y de los asados convocó a Luciano Kruk para diseñar y construir una casa que pusiera en valor estas pasiones en un terreno cuidadosamente elegido sobre la barranca que desciende hacia el río Paraná en San Pedro.
En este proyecto, Luciano tuvo la oportunidad de trabajar con dos intereses propios que coinciden con los del cliente.
Por un lado, el río, el paisaje y los territorios del Delta. Y por otro lado, una admiración muy profunda de cómo se desarrollan algunas ciudades como es el caso de Rosario y de San Pedro, donde la ciudad se abre al río sin darle la espalda, como lamentablemente sucede en Buenos Aires.
Luciano visitó esas ciudades en innumerables ocasiones en busca de disfrutar de esa conexión con nuestra naturaleza autóctona, que se presenta de forma inmensa y salvaje permitiéndonos estar en contacto con el entorno natural y disfrutar de actividades como la náutica y la gastronomía de pesca en los tradicionales clubes de pescadores que se extienden por la rivera del Río Paraná.
La casa se plantea como un mirador con el objetivo de explotar por completo las vistas lejanas al Río Paraná y a los territorios del Delta.
Se ubica hacia el frente del terreno con el objetivo de maximizar las vistas al río, dejando un extenso jardín hacia el fondo donde se aloja una pileta de gran desarrollo lineal para la práctica de natación.
La planta principal se desarrolla en el primer piso con el fin de abrirse al paisaje. Alojándose en la planta baja un área semicubierta para la parrilla y un sector donde se desarrollan usos complementarios a la vivienda como ser las habitaciones de huéspedes y un gimnasio que presentan acceso completamente independiente al resto de la casa.
La estructura de la vivienda se construyó íntegramente en hormigón armado, sumándole dos pérgolas para el disfrute de los espacios exteriores: una como expansión de la planta principal y otra en la azotea, generando otro espacio de contemplación y parrilla para disfrutar de las vistas durante los días de buen clima.
Estamos acostumbrados a ver a Luciano trabajar con el hormigón armado y a hacer flotar sus estructuras. En este caso redobló la apuesta generando una galería exterior de estructura metálica sostenida con tensores desde arriba. Esta estructura da la sensación de estar suspendida sobre el plano del terreno y enmarca las vistas lejanas del Río Paraná, donde los
buques de carga se alternan con el paisaje natural, dándole la impronta única que caracteriza a esta rivera y que nos recuerda nuestro lugar en el mundo.
